Haciendo lo imposible por pensar en algo bonito

Éramos como dos desconocidos que se conocen muy bien. Y entonces, llegó el invierno y su incansable música de fondo, con la que cada noche dormías abrazado a la almohada. Hubiera deseado que aquellos enormes abrazos, interminables y certeros ocuparan mis sueños, pero tenías cosas más importantes de las que ocuparte. Te fuiste, hace tiempo que pensabas dejar de lado tu vida y lo que eso significaba. Un peso pesado que ya no es lo mismo de antes. Y yo te echo de menos, pero es posible que ir a buscarte sea la última de mis opciones. Hasta entonces, me quedaré escribiendo algo que nadie va a leer, porque, ¿a quién le importa lo que lleve dentro?



Me gusta ver que no es otro cualquiera.



Comentarios

Publicar un comentario

Entradas populares