Delirios e insomnio provocan locura.

Era ya de noche, pero la duda seguía brillando en mi cabeza con una luz intermitente que no podía apagarse. No podía dormir y olvidarme de todo, porque si así fuera, ya habría dormido unas 4 horas sin suspirar si quiera. Y seguía dando vueltas en la cama, a la espera de, o que el sol saliera, o que de una vez por todas me durmiera. Ambas eran realmente complicadas, principalmente porque eran las 2 de la madrugada y mi cabeza era como un cartel luminoso que pedía socorro a gritos.
Cambié de lado la almohada, me tumbé, hice abdominales, hice siete veces el pino puente y otras cinco la voltereta; pero hicera lo que hiciese, las agujas del reloj seguían en el mismo sitio de siempre. Tal vez lo único que ocurría era que no había pilas, pero en aquellos momentos, es lo úlitmo que se piensa. Aún así el sol salió. Mis ojeras también. Y no se quedó atrás el mal humor que me llevó al desastre aquel viernes de Mayo.

Quisera tener el control de todo lo que ocurre.

Comentarios

  1. Esto lo escribes tu?? yo alucino con la calidad de los textos. Hay una ola de generaciones nueva de escritores buenos que flipo!!


    Te sigo!!

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  2. I think this post is great!!!
    congratulations =)
    xxx

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  3. Acabo de aterrizar por tu blog y me encanta ;) Me pasaré más por aquí!
    Te invito a que te pases por el mío

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    Nos leemos :)

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